¿Arderá México?

¿Arderá México?

¿Arderá México?



Francisco Martín Moreno
en REFORMA

01 Jun. 2021

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3 min 30 seg


El título de la presente entrega se justifica a la luz de las derrotas de López Obrador en las urnas. AMLO nunca aprendió a perder, pero tampoco a ganar, porque desde su triunfo en 2018 se ha desempeñado como un eterno candidato obstinado en destruir la economía nacional, desmantelar las instituciones de la República y dividir a los mexicanos, traicionándolos al incumplir sus promesas de campaña. Los hechos son tercos y más aún lo son al tratarse de datos duros incomparables con los extraídos diariamente de su chistera para distraer a una audiencia cautiva ávida de entretenimiento.

En 1988 al perder las elecciones por la gubernatura de Tabasco, denunció la comisión de un fraude electoral cuando había logrado un insignificante 18% de los sufragios. En 1994 Roberto Madrazo también le impidió llegar a ser gobernador de su estado natal, por lo cual organizó una marcha inútil al DF sin poder modificar la decisión electoral.

En 2006 Felipe Calderón lo volvió a derrotar en unos comicios disputados, por lo que bloqueó durante 47 días el Paseo de la Reforma en el DF, ocasionando importantes daños económicos a la ciudad, sin que su "voto por voto, casilla por casilla" modificara los resultados. Acto seguido, con la banda tricolor cruzada en el pecho, se autoproclamó "Presidente legítimo" en un acto ridículo, útil solo para confirmar que efectivamente era "un peligro para México". Lo anterior, sin olvidar que, tiempo atrás, había bloqueado 51 pozos petroleros y declarado a Tabasco "territorio de desobediencia civil" con el lema: "No estamos dispuestos a seguir viviendo en la miseria, en tanto que una empresa supuestamente propiedad de la nación (PEMEX) extrae nuevas riquezas...".

En el año 2000 al ser electo jefe de Gobierno, se abstuvo, claro estaba, de promover cualquier inconformidad.

En 2012 Peña Nieto lo derrotó por millones de votos, AMLO organizó un ciclo de protestas con el sobado pretexto de otro atraco electoral.

De acuerdo a la anterior estrategia incendiaria ejecutada en contra de las instituciones republicanas, ¿qué podríamos esperar en las elecciones intermedias del 6 de junio? Si AMLO perdiera el control de la Cámara de Diputados, quedaría enterrada la 4T, de ahí que haya comprado millones de votos con cargo al erario, violado la Constitución al no guardar silencio durante la veda electoral, amenazado con la UIF o el SAT o la FGR a candidatos o gobernadores de otros partidos, así como a los integrantes del INE y del Trife con la promesa de desaparecer dichos organismos autónomos, garantes de nuestra democracia que él juró respetar cuando protestó guardar y hacer guardar nuestra Carta Magna...

Si AMLO nunca ha aceptado un revés electoral desde 1988, no veo por qué ahora sí va a admitir civilizadamente una derrota el 6 de junio. No se debe descartar la posibilidad de tratar de anular las elecciones por medio de la judicialización del proceso electoral, de modo que sean los jueces y los magistrados, previamente investigados por la UIF, el SAT y la PGR, quienes decidirán la suerte de los comicios más importantes de la historia de México, para así derogar la soberana voluntad ciudadana.

Las denuncias podrían fundarse en la inequidad en la contienda, en la intervención ilegal de los gobernadores, en los excesos de los gastos de campaña, en las presiones del narco que desquiciaron la competencia electoral, y en la dolosa sospecha del recuento final de los votos a cargo del INE, una respetable institución manipulada, según AMLO, por los conservadores, sea lo que sea lo que signifique semejante acusación.

¿Arderá México? ¿Qué más da? Para AMLO lo que importa es que él pueda concluir su transformación orientada a devastar la economía, la sociedad, la educación y la salud, como lo ha venido haciendo con singular éxito desde que llegó al poder para la tragedia de México. ¿Arderá México? Lo veremos, horror de horrores, después del 8 de junio, cuando Kamala Harris vuele de regreso a Washington... A nadie le conviene la instalación de una dictadura en México, ni a los morenistas. Quien incendia una pradera puede perecer devorado por el fuego...

 
@fmartinmoreno